domingo, 19 de octubre de 2014

La Historia Astral de Dauvas Deaf después de su llegada al mar.

Tras la llegada al mar Dauvas Deaf comprendió que su viaje no había llegado a un final sino a un nuevo comienzo, pues allí descubrió que el mar no era más que un portal hacia una nueva perspectiva del mundo, al fin y al cabo el mismo mar es un reflejo del azul cielo y es allí donde Dauvas continua su recorrido, a través de caminos hechos de nubes cuando las hay, de ozono cuando no, contemplando de noche las luces de las estrellas, para él más cercanas, como si fueran farolas que iluminan allá por donde camina.

En ocasiones, descansa y contempla la tierra, rememorando tiempos pasados, recuperando memorias perdidas y guardando esos y más tesoros en un renovado fardo perteneciente a ese nuevo mundo.

Y de nuevo continua su viaje y de nuevo se rencuentra con aquellos que iniciaron ese viaje astral antes que él y también a gente desconocida. Pero no por ello detiene su viaje, si no que lo continua con sus viejas y nuevas compañías, viajando hacia un lugar, no un lugar prometido, sino un lugar en el que poder cumplir su promesa. Un lugar donde se encuentra el gran árbol de los distintos mitos y leyendas, pero al que no llegará por su búsqueda, sino por la búsqueda de un árbol de menor tamaño, un viñedo, el mejor de todos, y con el hará el buen vino, el cual compartirá con aquellos a los que les hizo la promesa y posiblemente algunos más, pues este vino es infinito como infinita es su presencia, en ese nuevo mundo.

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